El backswing es una parte fundamental del swing de golf. Es ese primer movimiento en el que todo comienza: la subida del palo, la carga del cuerpo, el giro del tronco… Si el backswing no está bien ejecutado, es muy difícil que el resto del golpe salga como esperas. Por suerte, hay ejercicios específicos que pueden ayudarte a mejorar esta fase y lograr un swing más fluido, potente y consistente. Aquí te dejamos los mejores, explicados de forma clara y para todos los niveles.
¿Por qué es tan importante el backswing?
Un buen backswing te permite generar potencia sin perder el control del palo. Además, crea las condiciones para un downswing (la bajada del palo) correcto. Cuando el backswing es desordenado, corto o forzado, el cuerpo suele compensar de forma incorrecta y aparecen errores como el slice, los golpes descentrados o la pérdida de distancia.
Ejercicio 1: Giro de tronco con palo detrás de la espalda
Este ejercicio es ideal para mejorar la rotación del torso, algo esencial en el backswing.
Cómo se hace:
- Coloca un palo de golf o escoba detrás de la espalda, apoyado sobre los hombros.
- Adopta tu postura de golf, con las rodillas ligeramente flexionadas.
- Gira el tronco hacia el lado del backswing (derecha si eres diestro), sin mover las caderas en exceso.
- Vuelve al centro y repite 10 veces.
Qué mejora:
La movilidad torácica y la sensación de giro, evitando que solo muevas los brazos.
Ejercicio 2: Swing al ralentí frente a un espejo
Uno de los mejores recursos para mejorar tu backswing es la conciencia corporal. Este ejercicio te ayuda a identificar si estás subiendo el palo correctamente.
Cómo se hace:
- Ponte frente a un espejo con tu palo.
- Haz el backswing lentamente, observando la posición de las manos, la cara del palo y el ángulo de los brazos.
- Detente al llegar al tope del backswing y corrige si es necesario.
- Repite 10 veces, muy despacio.
Qué mejora:
La posición correcta del palo y los brazos durante la subida. Muy útil para corregir malos hábitos.
Ejercicio 3: Goma elástica para activar espalda y hombros
Si sientes que no generas suficiente amplitud en el backswing, puede ser por falta de fuerza o activación en la espalda.
Cómo se hace:
- Sujeta una banda elástica con ambas manos a la altura del pecho.
- Simula el movimiento del backswing estirando la banda al girar hacia atrás.
- Mantén la tensión durante 2-3 segundos y vuelve al centro.
- Haz 3 series de 10 repeticiones.
Qué mejora:
La fuerza y el control muscular en la parte superior del cuerpo, lo que facilita un backswing más amplio y estable.
Ejercicio 4: Toalla bajo el brazo
Un clásico que nunca falla. Este ejercicio te enseña a mantener los brazos conectados al cuerpo durante el backswing.
Cómo se hace:
- Coloca una pequeña toalla enrollada entre tu axila derecha (si eres diestro) y el torso.
- Haz swings suaves manteniendo la toalla en su sitio.
- Si la toalla se cae, es que has separado demasiado el brazo.
Qué mejora:
La conexión brazo-cuerpo y la coordinación del movimiento, evitando swings con los brazos “sueltos”.
Ejercicio 5: Stop en el tope del backswing
Este ejercicio es excelente para trabajar el control del movimiento y evitar que el backswing se vuelva descontrolado o excesivamente largo.
Cómo se hace:
- Haz tu backswing normal y, justo cuando llegues arriba, mantén la posición durante 2-3 segundos.
- Observa tu estabilidad, equilibrio y posición del palo.
- Luego completa el swing suavemente.
- Repite 8-10 veces.
Qué mejora:
La conciencia del punto exacto donde debe terminar tu backswing, sin excederte ni quedarte corto.
Conclusión
Mejorar tu backswing es uno de los mejores pasos que puedes dar para conseguir un swing más eficiente y controlado. Estos ejercicios no requieren material complicado ni horas de entrenamiento, pero sí constancia y atención. Dedica unos minutos al día a practicarlos, y poco a poco notarás cómo tu swing se vuelve más natural, potente… y efectivo. Porque en golf, a veces lo más importante no es cómo terminas, sino cómo empiezas.