Uno de los debates más molestos para cualquier golfista es el argumento de que el golf no es un deporte. El golf competitivo es una actividad física que requiere habilidad y se puntúa, lo que sin duda cumple con la definición de deporte. El argumento contra el golf como deporte, en mi opinión, se basa en percepciones limitadas o sesgadas del golf y los golfistas.
Vamos a hablarte de estoy hoy para que puedas opinar tú mismo.
El golf se conoce comúnmente como un juego. Pero decir que no es un deporte parece ser una lógica frágil en el mejor de los casos. Si bien puede haber discusiones sobre la semántica, un juego es una actividad física o mental con reglas jugadas para el entretenimiento. Eso significa que todos los deportes son tipos de juegos. El aspecto crítico de los deportes es que son actividades físicas. Hacer referencia a un “juego de golf” no es admitir que el golf no es un deporte. Tenemos juegos de béisbol y fútbol, pero eso nunca se usa como evidencia para decir que no son deportes.
- El golf en el punto de mira: Los detractores señalarán que la mayor parte del trabajo físico en el golf es simplemente caminar. Caminar 18 hoyos, sin embargo, suele ser alrededor de 8 kilómetros, un esfuerzo físico definido. Incluso usando un carrito de golf, los golfistas todavía tienden a caminar más de kilómetro y medio, y todo eso se suma a golpear un palo docenas de veces (excluyendo el putt).
- Los golfistas no son atletas: El hecho de que los golfistas, incluso en los niveles profesionales, vengan en todas las formas y tamaños se usa a menudo como evidencia de que estos competidores no son atletas y, por lo tanto, el golf no es un deporte. Esta percepción comenzó a cambiar con el ascenso de Tiger Woods y se está desmoronando aún más con profesionales físicamente impresionantes como Rory McIlroy, Brooks Koepka y Bryson DeChambeau.
- Los golfistas aún pueden competir cuando son viejos: No hay nada que me moleste más en el argumento de que “el golf no es un deporte” que algunos que mencionan la increíble actuación de Tom Watson, que estuvo cerca de ganar en el Open Championship de 2009, como evidencia en su caso.
- Los golfistas beben y fuman en el campo: Similar al argumento de que “los golfistas no son atletas”, apunta al hecho de que muchos golfistas recreativos beben cerveza y fuman cigarros en el campo como evidencia de que el golf no es un deporte. Sin embargo, como regla general, los golfistas competitivos no beben alcohol mientras juegan, y durante al menos treinta años, fumar durante las rondas profesionales también se ha vuelto raro.
Como puedes ver, las hipótesis sobre que el golf no es un deporte pierden fuerza. El golf es un deporte en el que hay que estar bien preparado psicológica y físicamente.
